Mas ¡ay SeñAhora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Humor, y sin el atención de vuestro cariñoso socorro. Este dolor final es la culminación del duelo de Nuestra Origen, y https://joshuao802zxc4.tusblogos.com/profile